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jueves, 27 de febrero de 2014

Salvajes golpizas a manifestantes

Arriba y abajo, la secuencia fotográfica lograda por el fotoreportero Wilfredo Hernández del diario El Carabobeño el 24 de febrero de 2014 en La Isabelica, Valencia, estado Carabobo.












 
 
 
La versión de El Carabobeño:
 
Alfredo Fermín | afermin@el-carabobeno.com
Marvinia Jiménez, quien tiene desde su nacimiento medio cuerpo con escasa movilidad, se ha convertido en el testimonio irrefutable de que en Venezuela no se respetan los Derecho Humanos. Después de haber sido agredida brutalmente por una furiosa guardia nacional, como ha sido conocido en todo el mundo, se le acusa de resistir a la autoridad, de lesiones a funcionarios público y de otros delitos que le atribuye un Gobierno que utiliza la represión como tabla de salvación para tratar de sostenerse. La vida de Marvinia se desarrollaba, cada día, entre el sector 8 de La Isabelica, donde tiene su taller de costura, y el sector 3, donde deja con una tía a su hijo, de 7 años, Lliw, Will al revés que es el nombre del padre.El niño padece de asma.
El lunes 24 cuando iba al taller se encontró con dos piquetes de la Guardia Nacional. Los vecinos habían protestado con cacerolas durante la noche y la situación se había puesto tensa por detonaciones que se escuchaban cerca. “Yo he asistido a las últimas manifestaciones porque también soy víctima de esta situación de inseguridad y de escasez que tiene el país”.
El ambiente estaba tan raro que decidí grabar con mi telefóno. Un humilde vergatario que me prestó una tía, porque mi Blackberry me lo robaron, comenta la agredida, de piel morena, que lleva un collarín para aliviar el dolor.
En su casa terminó un vestido y escuchó nuevas detonaciones por los lados de La Olla, cerca de la panadería La Espiga de Oro, por lo cual decidió regresar al sector 3, donde su familia. En el camino se encontró con una tanqueta de la Guardia que lanzaba bombas lacrimógenas. Volvió a grabar con el elemental teléfono mientras desde el vehículo militar, le gritaban: “escuálida, sin oficio, vete a tu casa a hacer arepas, búscate un marido”. Escuchó también piropos como negra linda, cojita preciosa.
De repente la tanqueta fue acelerada y dirigida a la Espiga de Oro, donde se detuvo después de pasar por encima de las barricadas. Como una experta reportera, siguió el vehículo y grabó los detalles que encontraba .Eran las 9 de la mañana y las detonaciones se escuchaban fuertes hacía el Central Madeirense. Cuando llegó a este sector se encontró con que la llamada Guardia del Pueblo lanzaba piedras hacía los edificios, desde donde les lanzan botellas y piedras .
Seguía por el medio de la avenida, grabando cómo los guardias disparaban y lanzaban bombas a los civiles, cuando vio que tres de ellos colocaron sus armas largas hacía la parte trasera del correaje que llevaban a la altura del pecho y sacaron pistolas pequeñas .
-Les grité: no maten a su pueblo. Uno de los guardias trató de quitarme el telefonito pero yo lo lancé bien lejos y no se quien lo encontró. En ese momento se avalanzó sobre mí una mujer que yo crei que era un gorila. Mientras me golpeaba me echaron los brazos hacía atrás y me esposaron. La tipa en su locura seguía golpeándome. Parece que se le quebró una uña cuando rozó el suelo y eso la enfureció. Se quitó el casco y comenzó a darme cascazos. No recuerdo cuantos fueron, creía que me iba a desmayar porque desde que nací tengo el lado izquierdo dormido y la mano se me estaba poniendo inmóvil. Yo le gritaba: soy minusválida ten compasión de mi. Ella no oía, me arañaba, me escupía, me pateaba, me torció el cuello, me mordió y me halaba los cabellos. Solo le escuché decir: “maldita me volaste mi uña que la tenía tan bonita”.Me dio con el casco en el pómulo izquierdo y en la frente.Tengo hematomas en la cara, inflamaciones por todas partes y chichones en la cabeza. Eso está documentado porque desde los bloques grabaron. Lo que recuerdo de ese momento fue que un guardia gritaba: catira dale duro a esa escuálida sucia. Otro gritó: déjenla quieta que están grabando. Allí fue donde la tipa se lució y me agarró por los cabellos como se aprecia en las fotos que han dado la vuelta al mundo.

-¿Que pasó después de la golpiza?

-Creí que me iban a dejar tranquila. Pero lo peor no había comenzado. Me subieron esposada a una moto y la mujer todavía continuaba golpeándome. Me decía: maldita, desgraciada, me volaste mi uña tan bonita. Yo gritaba soy Marvinia Jiménez, me llevan presa y no se por qué. La tipa me tapaba la boca, pero yo no le paraba. 
Creía que me llevaban al Comando de la Guardia Nacional, Coredos, pero siguieron hasta el comando de la Guardia del Pueblo, frente al centro comercial Metrópolis. Allí me dejaron con otros tres detenidos que no estaban esposados. Por eso pedí gritando que me quitaran las esposas, que me viera un médico, que llamaran a mi hermano Marvin Alejandro Jiménez, que es abogado. Nadie me respondió. La misma mujer que me esposó me quitó las esposas, no sin antes insistir que por culpa mía se le había quebrado su uña que la tenía tan bonita.
Marvinia cuenta que estando en el aposento carcelario, se le acercó un guardia rechoncho, de bajo rango, al que le leyó el nombre en la etiqueta que llevaba encima del bolsillo de la camisa. “Si sabes leer ve que estas botas son 48 y te las voy a clavar en la cara, parásita inmunda. Pero no pasó nada porque otros guardias se mostraron indignados con lo que me estaban haciendo”.
A las 5 de la tarde Marvinia no había recibido ningún tipo de asistencia. Al anochecer la llevaron a un ambulatorio para unos exámenes. Ella insistía en que quería un teléfono para comunicarse con su familia e informarles lo que le estaba sucediendo y que le llamaran a un médico.
-Conmigo iba en el vehículo el señor Héctor, golpeado también por guardias nacionales. Iba vomitando sangre con la chemise destrozada. Por eso le pusieron un franela que le quedaba pequeña para reseñarlo y fotografiarlo. Después que nos examinaron nos enviaron a la sede de la Policía de los Guayos donde dormí en el piso.
Sus compañeras de celda, unas jóvenes detenidas por drogas, la ayudaron a protegerse del frío y compartieron la comida a que ellas les habían llevado
-A media mañana apareció un señor, que se identificó como representante de la Defensoría del Pueblo. Quería que le firmara un papel haciendo constar que me encontraba en perfecto estado de salud. Me negué a firmar porque tenía un dolor de cabeza descomunal por la golpiza que me dieron. “Ese no es mi problema, porque yo estoy aquí para certificar que tu no tienes nada”. Pero se fue sin mi firma.
Pasé el segundo día sin saber de mi familia y sin recibir asistencia legal. Volvimos a dormir en el piso helado, cubriéndonos con una cortina. Al día siguiente me llevaron al Palacio de Justicia y logré ver de lejos a mi familia. Después me trasladaron al Cuerpo de Investigaciones Científicas, penales y Criminalísticas (Cicpc), por plaza de Toros.

¿Es cierto que la acusaron de un hurto a la Cantv?

-Cuando llegamos escuché decir a unos de los efectivos que el señor Héctor y yo éramos los del caso del hurto a la Cantv. Me indigné porque yo nunca he robado a nadie, pero un chivo pesado ordenó que me reseñaran por hurto. Yo me negaba a que me imputaran por un delito que no he cometido, pero me aconsejaron que lo hiciera porque así se demostrará la corrupción que existe en esos organismos. 
La presencia de Marvinia en el Cicpc de Plaza de Toros fue un acontecimiento, porque otras detenidas la reconocieron como “la jeva que está en Youtube y en fotos golpeada por una gorila de la Guardia Nacional”. ”Allí fue cuando supe que no estoy sola y que mi tragedia la conoce el mundo entero. Me hicieron pasar a una sala para que me entrevistara una comisión de Caracas, para hacerme chequeos médicos de ley 48 horas después de la brutal agresión que me hicieron, cuando ya las hematomas estaban bajando”.

¿Que hará ahora?

-Estoy cansada de todo esto me siento amenazada. Ahora resulta que en el Palacio de Justicia me levantaron un expediente en el que aparezco involucrada en delitos de resistencia a la autoridad, lesiones a funcionarios de la Guardia del Pueblo, daños a la propiedad e instigación a la desobediencia. 
Los abogados se están moviendo. Nos están ayudando para la defensa de los derechos fundamentales. Yo estoy en manos de Dios porque Venezuela es un país donde todo es posible. Cada vez que un funcionario del gobierno dice “hay que ponerlo preso”, esa persona va presa.
Me siento intimidada porque, en algún momento llegarán con una orden de aprehensión para llevarme a un calabozo a esperar el expediente que me elaboren. Los colectivos me persiguieron en sus motos , desde que me sacaron de la clínica La Viña hasta mi residencia en La Isabelica y tengo miedo de que se aparezcan otra vez.
¡Que la perdone Dios! Marvinia Alejandra Jiménez tiene 36 años. Nació en Valencia y estudió Diseño Gráfico en el Instituto Monseñor Talavera. Optó por la alta costura y se especializó en la confección de trajes de novias y trajes de fiestas.Desde niña padece una enfermedad degenerativa, por lo cual tiene la parte derecha del cuerpo más desarrolladla que la izquierda. Cojea al caminar, defecto que disimula con faldas largas y blusas manga larga.-Este defecto no me acompleja.Trabajo desde los diez años como costurera y tengo una clientela satisfecha y numerosa. Nunca me he aprovechado para solicitar beneficios del Gobierno, ni privilegios. Me he dado cuenta de que mis facultades están disminuyendo y por eso registré una pequeña compañía para vender ensaladas, porque estoy segura de que cuando esté vieja no podre vivir de la costura.¿Perdonaría a su agresora?Que la perdone Dios. Ella debe estar consciente de que, por el bien de la Guardia Nacional, debe pedir su baja de esa dependencia a la que ha rayado en todo el mundo. Si no puede contener su maldad, su histeria porque se le rompió una uña, ella continuará haciendo el mal. Quiero expresar públicamente, mi gratitud a El Carabobeño y a las redes sociales que se encargaron de difundir, de manera extraordinaria, la tragedia que he vivido, que no solo es mía sino de toda Venezuela, porque está demostrado que estamos huérfanos de justicia con autoridades que mienten.
 

Estudiantes protestan el 27 de febrero de 2014 en Caracas













La versión de la agencia DPA:
Caracas, 27 de febrero de 2014.-Una brigada militar antidisturbios repelió hoy con bombas lacrimógenas una manifestación de estudiantes en el este de Caracas y dejó 15 heridos, en un nuevo episodio de las protestas contra el gobierno venezolano, informaron las autoridades. 
La concentración en la urbanización El Rosal, en el este de Caracas, fue atendida por varios cientos de estudiantes que protestan contra el gobierno e intentaron superar un cordón militar en la zona.
El dirigente estudiantil de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Juan Requesens, dijo que se reportaron 15 heridos por la "acción del gobierno represor".
"Hablan de paz y reprimen a estudiantes pacíficos", escribió en su cuenta de Twitter. "Nos quieren desmovilizar con este decreto de dos días (de asueto) en que se recuerda el 'Caracazo'. Maduro se equivoca, vamos a seguir en la calle", agregó.
El alcalde del municipio metropolitano de Baruta, Gerardo Blyde, confirmó que la escaramuza dejó 15 heridos por la actuación de la brigada de la Guardia Nacional (policía militarizada). Dijo que algunos manifestantes fueron atendidos por asfixia por los gases y otros por laceraciones por golpes.
Blyde señaló que la brigadas dispararon los gases en tres ocasiones para evitar que algunos manifestantes bloquearan una autopista cercana para continuar la protesta.
Requesens advirtió que pese a la desmovilización de las protestas que intenta el gobierno, decretando dos días de asueto que se unen a la fiesta del carnaval, los estudiantes seguirán en la calle pidieron al liberación de sus compañeros presos y exigiendo al gobierno que atienda el problema de la criminalidad, la inflación y el desabastecimiento.
Tras dos semanas de protestas, que el gobierno atribuye a un complot para derrocar al presidente Nicolás Maduro, se reportó un saldo de 50 muertos en incidentes directa o indirectamente relaciones con las manifestaciones.
El líder opositor Henrique Capriles dijo que el gobierno de Maduro no ha dado muestras de una verdadera voluntad de diálogo y que por eso no asistió a la instalación de la conferencia de paz que convocó el gobernante la noche del miércoles.
"Hay que dar un paso que demuestre verdadera voluntad para responder a los reclamos. El gobierno no da ninguna señal de querer dialogar efectivamente", dijo en una rueda de prensa.
"Muchas de las cosas por las que nuestro pueblo salió a la calle en ese momento hoy se mantienen. Nosotros no queremos que haya otra explosión social, pero hay muchas cosas que atender", alertó.
Agregó que el gobierno intenta "enfriar" las protestas con el decreto de días no laborables de hoy el mañana viernes, en conmemoración del "Caracazo".

Marchas de las Mujeres

 
 

 
 


La versión de El Universal:
ENDER MARCANO |  EL UNIVERSAL
jueves 27 de febrero de 2014  12:00 AM
El silencio de las mujeres gritó ayer (26 de marzo de 2014) contra la represión y tortura de la Guardia Nacional. Miles de ellas marcharon en el oeste de Caracas hasta la sede de la Comandancia General de la Guardia Nacional en El Paraíso, vestidas de blanco y con el silencio en señal de luto como principal consigna.

Aproximadamente a las 11:30 am comenzó el recorrido desde la sede de la Conferencia Episcopal de Venezuela, en la urbanización Montalbán. La manifestación estuvo encabezada por Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, la diputadas a la Asamblea Nacional María Corina Machado, Deyalitza Aray y Rosaura Sanz, además de personalidades de la televisión como la actriz Amanda Gutiérrez, la ex Miss Venezuela Cynthia Lander y la modelo y presentadora de televisión Norelys Rodríguez.

Una pancarta con el mensaje "mujeres por la vida" marcaba el inicio del grueso de la concentración. Poco a poco, conforme pasaban las calles la manifestación crecía con las personas que se iban sumando a lo largo de la avenida Teherán de Montalbán.

Consignas como "y no me da la gana una dictadura como la cubana" quedaron atrás. Oraciones como el Padre Nuestro y el Ave María fueron la compañía de las mujeres que con cinta negra en brazo protestaban contra el trato que han tenido algunos efectivos de la Guardia Nacional en las manifestaciones que se han dado en las últimas dos semanas.

Media hora después de iniciado el recorrido sufrió una ligera modificación. Un grupo de simpatizantes del Gobierno, que apenas superaba las 100 personas, se encontraba en la redoma La India, lugar donde desemboca la avenida Teherán y por el cual pasaría la marcha para llegar hasta la Comandancia de la GNB. Un cordón de mujeres de la Policía Nacional Bolivariana desvió la marcha opositora para evitar el encuentro con los chavistas.

La marcha de las mujeres rodeó la redoma La India para llegar hasta la avenida Páez de El Paraíso, que las llevaría hasta su punto de llegada. Mientras, el grupo de chavistas les gritaba consignas como "la patria se defiende", otros llegaron a los insultos y descalificaciones, y los motorizados aceleraban sus motos detrás del cordón policial en señal de intimidación. Las mujeres pasaron con sus manos alzadas como muestra de paz, sin mayor revuelo.

Una vez en la avenida Páez la marcha, guiada desde el camión de sonido por la dirigente estudiantil Gaby Arellano, continuó sumando más simpatizantes que llegaron hasta la sede de la Comandancia de la GNB a la 1:30 pm.

Desde allí se leyó el comunicado con el mensaje que llevaban las mujeres. Recordaron el juramento que hicieron los guardias el cual los llama a defender la Patria "no para la represión de jóvenes, mujeres y ancianos". "Tú puedes desacatar órdenes ilegales. Tú puedes negarte y desobedecer a un superior si te obliga a cometer un delito", señala el documento, donde también se recuerda que los crímenes contra los derechos humanos no prescriben "y puedes terminar en La Haya. No lo olvides", dijeron.

Poco después de las 2:00 pm culminó la actividad de las mujeres, quienes recordaron a los guardia "el honor es tu divisa, cumple tu juramento".
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Maracaibo, estado Zulia
Mérida, estado Mérida

Valencia, estado Carabobo

Barquisimeto, estado Lara
Maracaibo, estado Zulia
Ciudad Bolívar, estado Bolívar
 
La soledad de los estudiantes venezolanos
Por: Enrique Krauze
Diario "El País" de Madrid. 27 de febrero de 2014.

La mayoría de los estudiantes de Venezuela no tienen memoria de otro régimen que no sea el chavista, y no quieren envejecer con él. Sus democráticas voces se escuchan a todo lo largo y ancho de Venezuela. Marchan arriesgando la vida. En 2007, salieron a las calles a protestar contra la confiscación del RCTV, la más antigua estación de televisión independiente en el país. A fines de ese año, fueron la principal fuerza de oposición al proyecto chavista de confederar a Cuba con Venezuela. Y lograron detenerlo, al menos en su aspecto formal. Sus hermanos menores han decidido recoger la antorcha.
En Venezuela hay 2,4 millones de estudiantes de nivel medio y 400.000 de educación superior. Aunque los estudiantes activos en todo el país suman varias decenas de miles, la mayoría simpatiza con el movimiento opositor. Prueba de ello es que, desde hace años y hasta la fecha, la principal universidad pública —Universidad Central de Venezuela— elige sistemáticamente a líderes opositores al chavismo.

No buscan revertir la atención social a los pobres. Critican la ineptitud económica del régimen y —sobre todo— el ocultamiento de la gigantesca corrupción, que alguna vez saldrá a la luz. Saben que Hugo Chávez acaparó uno a uno todos los poderes (legislativo, judicial, fiscal, electoral) y enmascaró, con el velo de su discurso, el dispendio sin precedente de más de 800.000 millones de dólares que durante sus mandatos entraron a las arcas de la empresa estatal de petróleo PDVSA. Saben que los niveles de inflación en Venezuela son los más altos del continente, que la deuda pública se ha vuelto tan inmanejable que hay una carestía crónica de alimentos básicos, electricidad, medicinas, cemento y otros insumos primarios (como producto de las masivas expropiaciones a las empresas privadas y la caída brutal de la inversión). Y saben muy bien que la criminalidad en su país es también la más alta del continente.
Los jóvenes calibran estos problemas, pero su mayor agravio es el ahogo sistemático y creciente de la libertad de expresión, que impide a la gente tomar conciencia y sopesar por sí misma las realidades del país. Chávez voceaba sus logros (algunos reales, la mayoría imaginarios) a toda hora y en especial en su maratónico programa dominical Aló presidente, pero su sucesor Nicolás Maduro (primitivo, proclive a disparates y fantasías) ha recurrido a la represión directa de las voces disidentes. La idea es hacer que prive la verdad única, la verdad oficial. Ya desde 2012, el Gobierno chavista absorbió Globovisión, la última cadena abierta de televisión independiente en el país. También desfallece la radio independiente. Y se ha limitado a tal extremo la venta de papel periódico que la prensa escrita tiene los días contados. Venezuela, es la dramática verdad, se encamina hacia una dictadura y, en varios sentidos, lo es ya.
Los estudiantes venezolanos cuentan con el apoyo de sus padres y maestros y de al menos la mitad de la población que en 2013 votó contra Maduro (y que si no sale a las calles es por una natural precaución frente a los delatores en los barrios). Pero, en el ámbito latinoamericano, los jóvenes están casi solos. Es sorprendente la cantidad de usuarios de Twitter (jóvenes por añadidura) que en América Latina asumen el libreto del Gobierno venezolano y atribuyen “los disturbios” a las fuerzas “fascistas”, “reaccionarias”, “de derecha” que, aliadas con el “Imperio”, en un oscuro “complot”, traman un “golpe de Estado” para “derrocar al Gobierno”. Ante el alud de vídeos en YouTube que circulan mostrando el asesinato a mansalva de estudiantes por parte de unidades móviles de las milicias formadas en tiempos de Chávez (La Piedrita o los Tupamaros), muchos usuarios comentan que las imágenes están “truqueadas”. Paradójicamente, Maduro ha condenado el uso del Twitter (“esas máquinas imbéciles”, llamó a esa red) y se declaró víctima de una “guerra cibernética”.
En México, la prensa de izquierda —con gran ascendiente entre los jóvenes— apoya sin cortapisas a Maduro. En esos ámbitos, Leopoldo López resulta ser el instigador de la insurrección y no lo que es: un líder desarmado y ahora sometido a un juicio ilegal sobre cargos falsos y fabricados.
El poder de la ideología en Venezuela es explicable: en millones de personas perdura el convencimiento de que la obra social de Chávez fue tangible y de que si no hizo más por ellos fue porque se le atravesó la muerte. Otro factor es la dependencia directa de millones de venezolanos del erario, consecuencia del debilitamiento progresivo de la actividad empresarial y la inversión privada. Las simpatías de los países dependientes del petróleo venezolano tienen la misma raíz. El clientelismo tiene intereses creados en creer en el chavismo. Pero ¿cómo explicar la popularidad de la ideología chavista o sus variantes en países que no pertenecen a su órbita?
Aunque la Revolución cubana ha perdido su aura mítica, la democracia representativa y el liberalismo no han podido arraigar de manera definitiva en la cultura política de América Latina. Por eso el chantaje ideológico de Cuba y Venezuela funciona aún: nadie quiere parecer “de derecha” en un continente enamorado de la Revolución, donde los ídolos políticos no han sido demócratas como Rómulo Betancourt, sino redentores como Eva Perón, Che Guevara, Fidel Castro o Hugo Chávez. Octavio Paz señaló la razón de este anacronismo: tras la caída del muro de Berlín, sectores amplios de la izquierda latinoamericana se negaron a practicar la crítica del totalitarismo cubano. Y si no lo hicieron con Cuba, menos lo hacen con esa versión derivada que es la Revolución Bolivariana.
Debido a esta falta de autocrítica, hoy en México vivimos una paradoja. El movimiento de 1968 fue una hazaña de los estudiantes y de las corrientes políticas e intelectuales de izquierda. Los estudiantes fueron masacrados por el Gobierno de Díaz Ordaz y grandes líderes de izquierda fueron encarcelados. Hoy, no pocos herederos de esa izquierda defienden las acciones represoras del Gobierno venezolano, que son equiparables a las de Díaz Ordaz. Hoy muchos herederos de esa izquierda han volteado la espalda a la democracia.
El apoyo al chavismo es, en el fondo, un derivado del prestigio menguado, pero extrañamente vivo de la Revolución cubana. Estar contra ella es estar con “el Imperio”. Que Cuba sigue siendo una meca de la ideología latinoamericana se comprobó cuando en la reciente Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada los días 28 y 29 de enero de 2014 en La Habana, prácticamente ningún presidente faltó. Y Fidel fue proclamado “guía político y moral de América”. En esa cumbre, por cierto, todos los participantes (incluida Cuba) firmaron respetar los derechos humanos. Su firma vale el papel en que está escrita.
Pero más importante que la ideología son los fríos intereses materiales. En este sentido, la postura de Brasil es tan paradigmática como cínica: las oportunidades económicas (turísticas, energéticas, sobre todo) que se abren en Cuba después de la eventual muerte de los hermanos Castro son demasiado importantes como para tomar posturas idealistas y arriesgar la estabilidad de la isla. Y esa estabilidad implica mantener intacta la alianza entre Venezuela y Cuba. Solo así se explica que Dilma Rousseff, que en su juventud fue una estudiante torturada por los militares, ahora apoye a un Gobierno cuyas fuerzas policiacas emboscadas reprimen estudiantes.
Esta lógica es ajena a los estudiantes venezolanos. Aquilatan el valor de la libertad porque —a diferencia de sus coetáneos en otros países de la zona— la ven seriamente amenazada. Saben que en el mundo prevalece y avanza la democracia. No tienen pensado emigrar del país. Pero América Latina —sus Gobiernos, sus instituciones, sus congresos, sus intelectuales y aun sus estudiantes— es ingrata con Venezuela. El país que en gran medida la liberó hace 200 años, hoy lucha solo por su libertad.
Enrique Krauze es escritor y director de la revista Letras Libres.