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viernes, 28 de marzo de 2014

El Caso de Carlos Requena detenido el 13 de marzo de 2014

El Caso de Carlos Requena detenido el 13 de marzo de 2014
 
Video captado por Cristian Dubó reportero gráfico chileno
 
 
 
Carlos Requena, detenido por la Guardia Nacional y colocado en una motocicleta
 

La versión de Carolina Jaimes Branger:
¿En qué clase de monstruos nos hemos convertido?… Me siento abatida desde que vi la foto del joven discapacitado Carlos Requena rodeado de guardias nacionales, quienes lo estaban “protegiendo” en Altamira, y me enteré por su tía, que es amiga mía, que la fulana “protección” fue una andanada de golpes que le dieron ocho motorizados de la “gloriosa” Guardia Nacional, ésos que tienen el “honor” como divisa.
Carlos tiene 38 años. Nació con el paladar abierto, una condición que hoy en día se opera al nacer y no deja secuelas, pero que hace cuatro décadas era un trastorno de graves consecuencias, pues no lo pudieron operar sino hasta casi su primer lustro de vida, cuando ya la desnutrición –todo lo que tragaba se le iba “por el camino viejo”- le había causado retardo mental. Su físico no lo delata, como sucede con quienes padecen de Síndrome de Down, pero al hablar con él es obvia su discapacidad.
El terrible día de su encuentro con la GN Carlos venía caminando en dirección al este desde su trabajo en una tienda de equipos electrónicos en Chacao, porque el Metro estaba cerrado. Se detuvo en el Hotel Caracas Palace y no se dio cuenta de que venía una horda de motorizados verdeoliva,  aunque pienso que si se hubiera dado cuenta no hubiera sucedido nada diferente. Ocho de ellos le cayeron encima, y además de sofocarlo lo golpearon con los cascos, por lo que hemos visto en este mes una nueva modalidad de “saludo” del cuerpo militar. Carlos perdió el conocimiento y se lo llevaron a Fuerte Tiuna.  Allí permaneció dos días detenido y salió gracias a la intervención de los abogados del Foro Penal Venezolano.
Las esposas le apretaban tanto que salió con las manos hinchadas y todavía le duele la cabeza.
La Constitución Nacional  garantiza la protección a las personas discapacitadas y precisamente la Guardia Nacional “Bolivariana” se permite violar la garantía de la autonomía funcional de los seres humanos con necesidades especiales. Repito que hemos retrocedido al siglo XIX, cuando José Tadeo Monagas con todo su cinismo aseguraba que la Constitución “era un librito amarillo que sirve para todo”. Por lo visto, la Guardia Nacional tampoco tiene papel toilette.
Dos días después supe de otro caso que me partió el corazón: el del joven Rafael Ángel Cardozo Maldonado, un joven con retardo mental severo, quien fue apresado por la Policía Nacional Bolivariana dentro del Cuartel de Bomberos de San Cristóbal cuando irrumpieron a dispersar a manifestantes. El relato del concejal José Vicente García para los pelos de punta: “Un PNB, en su afán de capturar a uno de los manifestantes, ingresó con su moto al Cuerpo de Bomberos y la chocó contra una pared  dentro de la institución. Al joven que agarraron, cuya identidad desconocemos, lo golpearon fuertemente y un bombero quiso intermediar y el efectivo militar respondió que “eran órdenes del Gobernador del estado y que si él (el funcionario bomberil) se metía  en ese asunto, también se lo llevaría detenido”.
Según el reporte de Lorena Evelyn Arráiz para El Universal, “Moreno señaló que el joven fue trasladado al Cuartel Bolívar de Barrio Obrero. e conoció por otro joven detenido,  que por ser hijo de chavista lo dejaron libre, que a Rafael Ángel Cardozo fue al que más golpearon porque  no contestaba lo que le preguntaban los efectivos militares. Le dijeron a quienes viven con él, que le llevaran ropa limpia para llevarlo a la Fiscalía”.
Pero el caso es aún más patético: quienes viven con él no pueden pasar a verlo porque no son sus familiares. Cardozo Maldonado es huérfano de padre y madre, y su hermano, con quien vivía también falleció. Su vecina se encargó de él y hasta los momentos en que escribo esta crónica, no la habían dejado entrar al Cuartel Bolívar. Tampoco a Raquel Sánchez, abogada del Foro Penal Venezolano Capítulo Táchira. Ella habló con el mayor a cargo en el Cuartel Bolívar y al parecer éste no se había percatado de que el detenido tenía retardo mental.
La Venezuela de Maduro es violenta, perversa y mala. Ha pasado de verde a putrefacta sin haber madurado…
Carolina Jaimes Branger